Grupos R (cadenas poliméricas): Los grupos R más comunes son el poliisobutileno (PIB). El peso molecular (Mn) del polímero tiene un impacto significativo en la dispersabilidad. Tanto los pesos moleculares excesivamente altos como los bajos no favorecen la dispersabilidad, por lo tanto, el peso molecular de los dispersantes se concentra típicamente entre 3000 y 7000. Los pesos moleculares más altos tienen un efecto positivo en la mejora de la dispersabilidad, pero las cadenas demasiado largas pueden afectar las propiedades a baja temperatura, lo que requiere una consideración exhaustiva. Además, el índice de polidispersidad (PDI, es decir, Mw/Mn) también es un parámetro importante para evaluar las características de dispersabilidad del PIB. Un PDI más bajo indica que el grado de polimerización del polímero es más cercano al de una sustancia pura, lo que resulta en una mejor dispersabilidad.
Grupos ancla: Los dispersantes convencionales suelen tener un grupo de anclaje, mientras que los dispersantes de doble suspensión tienen dos. El papel del grupo de anclaje es similar al mango de una escoba, estabilizando la cabeza de la escoba por delante y tiene un impacto significativo en la dispersabilidad. Por ejemplo, los dispersantes de base de Mannich se obtienen mediante la reacción de Mannich, que reemplaza al anhídrido maleico como cuerpo conector, que posee una cierta polaridad, pero no demasiado fuerte.
Extremos polares: El extremo polar es la parte central del dispersante, y los extremos polares comunes incluyen polietilenpoliaminas. Dado que los lodos o los productos de oxidación suelen ser ácidos, los dispersantes que contienen N (alcalinos) ayudan a adsorber estas sustancias. Los diferentes extremos polares tienen una diferencia significativa en la selectividad para diferentes sustancias, por lo tanto, diferentes tipos de motores requieren diferentes tipos de dispersantes.
En resumen, la dispersabilidad de los dispersantes está estrechamente relacionada con el peso molecular de sus grupos R, el índice de polidispersidad, los grupos de anclaje y la estructura de los extremos polares. Estos factores determinan colectivamente el desempeño de los dispersantes, lo que a su vez afecta sus efectos dispersantes en diferentes aplicaciones.
