
La industria automotriz global está experimentando una transformación histórica mientras los vehículos eléctricos (EV) ganan rápidamente participación en el mercado. Este cambio no solo está redefiniendo el comportamiento del consumidor, sino también influyendo en la demanda de lubricantes y aditivos para lubricantes. Si bien es cierto que los EV tienen menos piezas móviles que los vehículos de combustión interna (ICE), la necesidad de fluidos avanzados y tecnologías de aditivos sigue siendo crítica. En lugar de reducir la importancia de los aditivos, la transición a los EV está abriendo nuevas áreas de innovación y oportunidad, incluyendo aditivos especializados para movilidad eléctrica.
Los vehículos eléctricos eliminan los motores de combustión tradicionales, pero introducen nuevos desafíos en gestión térmica, durabilidad de componentes y eficiencia. Los EV dependen en gran medida de fluidos para e-ejes, lubricantes de transmisión y fluidos refrigerantes que deben operar bajo condiciones de alto par y alta velocidad. Sin la lubricación adecuada y el soporte de lubricantes, los engranajes, rodamientos y componentes electrónicos pueden sufrir desgaste, pérdida de energía y sobrecalentamiento. Aquí es donde los modificadores de fricción y los aditivos anti-desgaste son indispensables. Estos aditivos ayudan a prolongar la vida útil de los trenes motrices de los EV y mejoran la eficiencia energética.
Aunque las ventas de EV están aumentando, una gran parte de la flota global seguirá siendo híbrida o de combustión en el futuro previsible. En estos vehículos, aditivos convencionales como:
Estos aditivos siguen siendo la base de las formulaciones de aceites para motor. Los vehículos híbridos operan bajo condiciones únicas que requieren paquetes de aditivos equilibrados.
Los EV no requieren aceite de motor en el sentido tradicional, pero sí fluidos de alto rendimiento diseñados para:
La sostenibilidad es clave en el desarrollo automotriz. Las regulaciones requieren aditivos con bajo contenido de azufre y cenizas. Para fluidos de EV, las formulaciones deben alinearse con estándares ambientales.
Se proyecta que el mercado de lubricantes para EV crecerá significativamente para 2030, representando más del 20% del sector total.
El auge de los vehículos eléctricos no significa el fin de los lubricantes, sino el inicio de un nuevo capítulo. Los aditivos siguen siendo centrales para el rendimiento y sostenibilidad de la movilidad moderna, adaptándose al futuro del transporte.